LOS DEMONIOS DEL ROL
En estos años han aparecido múltiples
críticas en torno a los efectos que pueden provocar en los jóvenes y los niños la
práctica habitual de los conocidos como “juegos de rol”. Esta polémica ha
nacido a partir del suceso que tuvo lugar en Estados Unidos, donde dos jóvenes
llevaron a cabo varios asesinatos alegando que era parte del juego de rol que
habían inventado. Hay que tener en cuenta que este es un suceso único y aislado
el cual no es un resultado fiable del hecho de jugar a juegos de esa clase,
sino que es más probable asumir que esos jóvenes tenían alguna patología que
los empujo a realizar esos actos al margen de la realización de su actividad de
jugadores.
Además en este entono se han
realizado estudios que demuestran lo efectos positivos que producen estos juegos
ya que empujan a sus participantes a mejorar su capacidad imaginativa, su capacidad
para resolver conflictos y para llegar a acuerdos a través de diálogos y
discursos oratorios; también se ha demostrado que mejora ampliamente la
capacidad de hablar en público de estos jóvenes y esto es algo muy positivo de cara
a su formación laboral.
A parte de esto favorece la
interrelación de los coparticipes en oposición a los juegos rey de nuestro
tiempo, los videojuegos.
En conclusión, los juegos de rol
constituyen una buena práctica teniendo en cuenta las capacidades que se ponen
en marcha durante su realización, aunque, actualmente, es un juego poco
habitual en los jóvenes d nuestra sociedad.